lunes, 27 de febrero de 2012

Mi hermanito de la luna


Precioso cortometraje de animación en el que una niña nos narra los síntomas de su hermano, con síndrome autista.

Nunca quieto, siempre distraído

 A todos esos padres y madres que diagnostican que sus hijos tienen TDAH:

El tdah no es un impedimento para que tu hijo/a sea feliz, los comienzos son muy duros y el camino que os queda por delante lo es más, pero os aseguro que se vé la luz al final del tunel, esto conlleva mucho pero que mucho esfuerzo por parte de los padres/madres. Imponeos como objetivo la felicidad de vuestros hijos, que sea ese el cándil que os alumbre en vuestro camino, el camino es arduo, lento, pesado y a veces parece que no has avanzado, pero sí se avanza, con tesón, esfuerzo y mucha, mucha, mucha paciencia. Paciencia. Difícil de obtener y fácil de gastar. ¡Os va a hacer falta mucha paciencia!
No hay dietas milagro ni pociones mágicas que os ayuden, solo tendreis como aliados la constancia, la rutina, la paciencia y todo el cariño y el amor que sentis por vuestros/as hijos/as y la esperanza de que todo lo que estais haciendo por ellos sea para que tengan una vida feliz el día de mañana y que el TDAH sea para ellos un mal recuerdo.

"... Y el hijo hiperactivo necesita, de modo muy especial, el amor de sus padres. Y, desde luego, el amor de los padres es compatible con el sufrimiento. Acaso por eso, lo más conveniente sea transformar el sufrimiento en amor."  A. Polaino Lorente

Niños hiperactivos: los grandes incomprendidos

El TDAH o Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad es un trastorno del neurodesarrollo de comienzo temprano (se inicia antes de los cinco años de edad) y se caracteriza por:
  • Falta de atención: incapacidad para prestar atención a los detalles; incapacidad para mantener la atención en las tareas o en el juego; parecen no escuchar; imposibilidad para cumplir con tareas asignadas; dificultad para organizar tareas y actividades; evitan actividades que requieren un esfuerzo mental sostenido; con frecuencia pierden objetos necesarios para una tarea o actividad (libros, lapiceros, juguetes, material escolar, etc.); se distraen con facilidad con cualquier cosa; son olvidadizos en sus actividades diarias.
  • Inquietud motriz: muestran inquietud con movimientos de manos o pies o removiéndose en su asiento; se levantan en situaciones en que deberían esta sentados; corren o trepan en situaciones inadecuadas; suelen ser ruidosos en el juego y con dificultad para entretenerse tranquilamente; presentan habitualmente un movimiento excesivo, están como movidos por un motor.
  • Impulsividad: dificultad para esperar su turno; interrumpen conversaciones o juegos ajenos; responden antes de que se les formule la pregunta; dificultad para seguir instrucciones; a menudo llevan a cabo actos temerarios; no prevén la consecuencia de sus actos; quieren conseguir de manera inmediata lo que desean; hablan excesivamente sin poder contenerse.
       

Necesidades educativas especiales

Todo alumno a lo largo de su escolaridad presenta necesidades que requieren diversas ayudas “para asegurar el logro de los fines de la educación”. En este sentido, se considera alumnos con nee a aquellos que “de forma complementaria precisan otro tipo de ayuda menos usual, bien sea temporal o  permanentemente”. Es decir, se asume que determinados alumnos van a necesitar más ayuda y una ayuda distinta respecto de compañeros de su edad.
Esto supone que la enseñanza de todos los centros se adaptará a las necesidades de todos los alumnos y vendrá impregnada por un carácter compensador.

La diversidad como principio

La Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, establece lo siguiente:
La atención a la diversidad se establece como principio fundamental que debe regir toda la enseñanza básica, con el objetivo de proporcionar a todo el alumnado una educación adecuada a sus características y necesidades.
Los grupos de alumnos que requieren una atención educativa diferente a la ordinaria por presentar alguna necesidad específica de apoyo educativo son:
  • alumnos con necesidades educativas especiales derivadas de circunstancias sociales, de discapacidad física,  psíquica o sensorial o que manifiesten trastornos graves de conducta.
  • alumnos con altas capacidades intelectuales
  • alumnos que se han incorporado tarde al sistema educativo español
La adecuada respuesta educativa a todos los alumnos se concibe a partir del principio de inclusión, entendiendo que únicamente de ese modo se garantiza el desarrollo de todos, se favorece la equidad y se contribuye a una mayor cohesión social. La atención a la diversidad es una necesidad que abarca a todas las etapas educativas y a todos los alumnos. Es decir, se trata de contemplar la diversidad de las alumnas y alumnos como principio y no como una medida que corresponde a las necesidades de unos pocos.